lunes, 25 de mayo de 2015

Monturas

La montura o silla de montar es un elemento que une al jinete a los lomos de un caballo. Es usada para la mayor comodidad del jinete y para cuidar el lomo del animal. Existen una gran cantidad de tipos de sillas, cada una de ellas está relacionada con el tipo de monta que se va a usar, la doma del caballo, los materiales disponibles y la cultura del lugar de origen.

  • Las sillas de doma o potreras. Son las empleadas para efectuar un primer contacto entre el caballo y el jinete, así como en los trabajos de doma. Estas sillas suelen tener borrenes desarrollados, ya que es más fácil que el jinete pueda necesitar alguna clase de agarre al montar, y también son menos rígidas que las comunes. A la hora de usarlas, la primera silla de doma que se pone al potro, es ligera y más suave, y a medida que la doma avanza, se va volviendo más pesada  
  • Silla de paseo. Para este tipo de silla se suele usar la silla de montar inglesa. Se trata de una silla de peso mediano, con faldones laterales, borrenes y respaldo prácticamente ausentes, y estribos simples. Es básicamente una silla multiuso y está pensada para la monta regular al estilo "jineta", pero no prolongada. Es la más extendida en la práctica de la equitación con múltiples variantes según su uso final. Hay unas más ligeras que se emplean en las competiciones o exhibiciones hípicas (polo, salto, adiestramiento, etc.), porque al ser más livianas el caballo tiene menos peso. Cada una presenta variantes acordes con su función; así por ejemplo, una silla de salto tiene los faldones más cortos y redondeados, con la parte frontal acolchada, mientras que una silla de doma clásica tiene los faldones muy largos y sin acolchar.

  • Silla vaquera española: este tipo se silla, usada para las labores del campo y en rejoneo, es amplia, cuadrada y siempre va cubierta de una zalea, normalmente blanca. En el borrén delantero suele atarse una pieza de lana que, originalmente, servía de abrigo al jinete, pero que ha quedado como adorno. Los estribos son muy grandes, de hierro (normalmente pintados de negro) y en posición adelantada, de forma que el jinete apoya toda la superficie del mismo. Suelen tener adornos en forma de cuero trenzado o repujado en las correas que sujetan la zalea, o bien en los borrenes. Siempre tienen dos cinchas, una que rodea el cuerpo del caballo y otra que va enganchada a la cola a través del lomo. La normativa de la doma vaquera española dice que esa silla tiene que ser negra, pero también la hay de color avellana.
  • Silla de cowboy: la más difundida internacionalmente, aunque está pensada solo para un tipo de doma vaquera en concreto. Tiene estribos anchos, recubiertos de cuero, es hundida en su parte de atrás y los faldones de cuero también están presentes en los estribos; además, tiene un cuerno, donde se ata una soga o lazo con la que se sujetan las reses. Al contrario que la silla española, esta no usa zalea, y es una silla amplia y cómoda, para el jinete y el animal. Esta silla es usada por los vaqueros en el rodeo estadounidense.
  • Silla chilena: muy parecida a la vaquera, pero no tiene el cuerno, ya que el lazo se amarra en la parte de atrás del lado derecho. Esta montura es usada por los huasos en el rodeo chileno. La montura chilena, al igual que la vaquera, tiene dos cinchas que se usan para asegurarla contra el tirón del ganado.
  • Silla bardella de buttero italiano: hay tres tipos fundamentales de silla de butteri, aunque todas tienen características comunes, tales como forma oblonga, ausencia de faldones, y muy arqueadas en su superficie, de forma que el jinete queda hundido en la silla. Este tipo de silla siempre es acolchado y ocasionalmente, según el tipo, tiene zalea.
  • Silla de Gardian de la Camarga francesa: similar a la anterior y usada principalmente por los vaqueros de La Camarga en sus caballitos típicos de la región. Es una silla relativamente pequeña para ser vaquera, siempre de cuero y con borrenes delanteros en diferentes posiciones. También suele ir provista de una cincha lomera que se engancha en la cola del animal. Su principal característica son sus estribos de hierro que forman una serie de gavilanes en donde se mete el pie del jinete, de forma que en este caso el pie va dentro del estribo y no apoyado.
  • Silla mexicana o charra: influenciada por la española y la árabe, no obstante es relativamente pesada comparada con otras; es muy cómoda tanto para el caballo como para el jinete y básicamente se conforma por un fuste o esqueleto de madera, cuerajes y estribos entre otros accesorios. Existen tan bellas sillas de montar charras que son una auténtica obra de arte: de cuero talabarteado o amartelado que forman figuras en todas sus elementos o arreos. Las hay con molduras de plata, con hiladuras de colores que alegran y embellecen los arreos, y se suelen acompañar de tientos, donde se atan y cuelgan lo mismo un machete que una cuarta o un fuste, un rifle o un gabán.
  • Silla de monta de alta escuela: no hay que confundirla con la monta clásica, que es otro tipo. Se trata de una silla claramente barroca, que recuerda mucho a las usadas tradicionalmente en Europa durante siglos. Existen variantes según el país, como la silla portuguesa, o la silla de las escuelas francesas, pero todas tienen en común que son grandes, con faldones de cuerpo rectangular y borrenes muy desarrollados, de forma que el jinete va enganchado en ellos. Los estribos también suelen ser grandes y amplios, de modo que se apoya el pie y no solo la punta. Cabe destacar los ricos materiales que suelen tener o presentar, así que los estribos suelen ser siempre plateados y estar repujados, mientras que los materiales de la silla suelen estar adornados o cubiertos de tejidos aterciopelados, además del cuero.

La Vida del Caballo

Los caballos suelen vivir entre 25 – 40 años, de hecho se sabe que un caballo en buenas condiciones puede ser montano aun bien entrados en sus veintes. Los caballos salvajes viven un poco menos, de hecho su promedio de vida ronda los 25 años. Y se puede saber la edad del caballo con tan solo mirarle los dientes.
Los caballos han adaptado sus dientes para pastar hierba. Los caballos tienen un mínimo de 36 dientes (12 incisivos y 24 molares). Un caballo adulto tiene 12 incisivos, adaptados para morder y arrancar la hierba y demás vegetación, en la parte frontal de la boca. Tienen 24 dientes adaptados a masticar, los premolares y molares, en la parte posterior de la boca. Los machos adultos tienen cuatro dientes adicionales justo tras los incisivos denominados «colmillos» y que no les saldrán hasta que tengan 4 o 5 años de edad. Algunos caballos, tanto machos como hembras pueden desarrollar de uno a cuatro dientes vestigiales muy pequeños delante de los molares, que generalmente se les quitan porque pueden interferir con el bocado. Este espacio entre incisivos y premolares está vacío y es donde se coloca el bocado del arreo del caballo.
Los dientes de los caballos continúan creciendo durante la mayoría de su vida para que puedan pastar correctamente. Los incisivos presentan distintos patrones de crecimiento y desgaste según las edades de los caballos, además del ángulo que presentan las superficies de mordedura, por lo que pueden ser utilizados para medir de forma aproximada la edad del caballo, aunque la dieta y los cuidados a los que son sometidos varían notablemente en las tasas de desgaste.

Origen del Caballo

El caballo (Equus ferus caballus) es un mamífero perisodáctilo domesticado de la familia de los équidos. Es un herbívoro solípedo de gran porte, cuello largo y arqueado, poblado por largas crines.
A la hembra del caballo se le llama yegua y a las crías, potros o potrillos si son machos, y potras o potrancas si son hembras. La cría y utilización del caballo por parte del hombre se conoce como ganadería equina o caballar, y su domesticación se remonta a unos 3600 años a. C., en la región de Kazajistán.

lunes, 4 de mayo de 2015

Los caballos PRE



Mi caballo es un p.r.e.


PRE o Pura Raza Española es la denominación oficial que recibe en España la raza equina que histórica e internacionalmente se conoce como caballo andaluz. No se sabe a ciencia cierta el verdadero origen del Caballo Español, sin embargo sí se tienen pruebas de que en la época prerrománica existían referencias ecuestres en lo que hoy se conoce como España.
Autores romanos como Plutarco, Plinio el Viejo y Séneca nos hablan del caballo de Hispania, como un ejemplar bello, dócil, arrogante y valiente, ideal para la guerra y para los juegos que se desarrollaban en los circos de la época. Razas como el Lipizzano, Lusitano, Paso Fino o los caballos de sangre caliente centroeuropeos se crearon también a partir del Caballo Español.
Características del Pura Raza Española
  • Cabeza: proporcionada, de longitud media. Orejas medianas, muy móviles, bien insertadas y paralelas; frente ligeramente y discretamente abombada, ojos vivos, triangulares y de mirada expresiva.
  • Cuello: de tamaño y longitud medios, ligeramente arqueado y musculado (en las yeguas en menor medida), bien insertado en la cabeza y tronco y con crin abundante y sedosa.
  • Tronco: proporcionado y robusto, con una cruz discretamente ancha y destacada y un dorso consistente y musculado. El lomo deberá ser ancho, corto, musculado, algo arqueado y bien unido al dorso y a la grupa.
  • Grupa: de longitud y anchura media, redondeada y ligeramente en declive. Cola de nacimiento bajo y pegada entre isquiones, poblada de abundantes,largas y a menudo onduladas cerdas.
  • Miembros anteriores: espalda larga, musculada, oblicua y elástica. Brazo fuerte y de buena inclinación. Antebrazo potente, de longitud media. Rodilla desarrollada y enjuta.
  • Miembros posteriores: muslo musculado, nalga ligeramente arqueada y musculada y pierna larga. Corvejón fuerte, amplio y neto.
  • Movimientos: ágiles, elevados, extensos, armónicos y cadenciosos. Especial predisposición para la reunión y los giros sobre el tercio posterior.
  • Temperamento: el PRE es un caballo equilibrado y resistente, enérgico, noble y dócil, con facilidad para adaptarse a diversos servicios y situaciones. Es un animal de fácil respuesta a las ayudas del jinete y de boca agradable, por lo que resulta obediente y con una gran capacidad de aprendizaje.